Cuando la hija ama
al padre o Antígona fake
Evelyn Salgado
entra al quite. Al papá no lo dejaron porque no le correspondía. La ley es dura
porque es ley y el viento democrático a veces despeina. Tanto el INE como el
Tribunal Electoral hicieron lo suyo: trabajar que también es impedir el paso cuando
el “honesto modo de vivir” no puede comprobarse o no llega un informe donde quedan
bailando 19 mil pesos. Pero la hija ama al padre como Alejandra Guzmán quien defiende
al “Señor de las Pistolas”, como lo llamó el productor Miguel Blasco a Enrique
Guzmán, pero no a Frida. Ese ardid sigue dando tela por dónde cortar. Ahora es
Evelyn en un costoso saco blanco, con la bien peinada melena teñida de rubio y cubrebocas
negro, un outfit más de ejecutiva de empresa de cosméticos que de servidora
pública.
La hija de Salgado
Macedonio fue
designada como la candidata de Morena a la gubernatura de Guerrero, luego de
que se diera a conocer que obtuvo la mayor cantidad de preferencias en un
sondeo interno que hizo ese partido y dos externos que realizaron firmas
encuestadoras. Una vez cantada esa victoria, mencionó: “Félix Salgado
Macedonio es mi padre, de quien me siento profundamente orgullosa; tiene todo
mi apoyo, cariño y respeto, pero las revisiones son de Evelyn; él solamente
será mi guía y mi consejero”, aseguró. Difícil de creer.
Evelyn Cesia
Salgado Pineda es la primogénita del exalcalde de Acapulco. Tiene 39 años, se
licenció en derecho, pero su carrera política es exigua: de 2005 a 2008 se
encargó del DIF en el puerto antes citado. En el 2011 fue nombrada jefa de
departamento de la Secretaría de la Mujer. Un año más tarde buscó participar como
precandidata del PRD por el distrito tres a una diputación local en el Congreso
de Guerrero. Y nada más. Madre de dos hijos, su cónyuge parece igual de “ilustre”
que su padre, es ni más ni menos que El Abulón, conocido empresario detenido en
2016 por se el presunto operador financiero del cártel de los hermanos Beltrán
Leyva.
Cuando la hija
ama al padre y este es un psicópata, buscará un marido gemelar. Ni duda cabe de
que hay de Antígonas a Antígonas. Si el amor es ciego, el inoculado con lazos
traumáticos, síndromes de Estocolmo, así como privilegios que blanquean la
apariencia, no tiene límites. La cuota de género opera entonces como un
dispositivo de control del poder y/o un lavatorio de culpas. El político
acusado de violación lanza a su hija al ruedo. No en balde ya le dicen “La Tora”.
A nadie parece importar que lo biológico no es ideológico ni el hecho de que
más participación de mujeres en puestos clave signifique realmente agendas que impulsen
políticas públicas a favor de las mismas.
Si gana, con el orgullo que siente por su padre como bandera, Evelyn será la primera gobernadora de Guerrero, pero la mano que mecerá la cuna será la misma de hace 39 años. De la reputación de los hombres de su vida, mejor no hablemos a fondo.
Alma Karla Sandoval
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